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Cake day: March 7th, 2025

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  • Es un imbécil o solamente es amoral? O a lo mejor solamente no comparten visiones con respecto a un personaje que tiene mucha carga valórica en tu visión de mundo?

    No se puede ser cristiano y amoral, por tanto solo queda la opción de imbécil. Por otro lado, si bien comparto tu reflexión sobre las influencias del entorno y como estas no permean, les pongo un limite en cuanta influencia puedan tener.

    Desde una perspectiva materialista el humano es solo un robot programado por el entorno que responde a su mismo código de programación, un determinismo duro que no nos deja ninguna capacidad de elección, y en la que en este caso, gente como Lira no tendrían responsabilidad real de nada.

    El caso es que el catolicismo no es materialista, sino que reconoce la dimensión metafísica y teológica en la que el hombre es capaz de operar fuera del engranaje, el famoso libre albedrío. Pero, este libre albedrío tampoco es omnipotente, respondemos a lo que conocemos y conocemos por nuestro entorno. Sin embargo, que no conozcamos todas las posibilidades al momento de elegir no significa que no lo escojamos, tampoco significa que cada elección se reduzca a un sí/no.

    Dicho lo anterior, Lira pudo haber crecido en el mismo tipo de circulo fascista que nombras, pero su formación como sacerdote (aunque no quisiera) lo obliga a ampliar su campo de elección y (dentro de lo que se entiende en el catolicismo) lo hace ver verdades innegables para alguien como él.


  • Por unas recomendaciones de teología-metafísica me había interesado por las obras del padre Osvaldo Lira (chileno), y para cachar qué tal le busqué alguna entrevista en Youtube.

    Resulta triste que alguien del que se dice era tan versado en la materia terminara siendo un completo imbécil e intentara manipular el cristianismo a su antojo para justificar su defensa y amistad con Pinochet. Y la cosa no termina sólo con él, sino que el vejete fue el mismísimo profesor de Jaime Guzmán.

    Con ese prontuario resulta difícil darle una oportunidad a su obra, por mucho conocimiento que acumulara, las piruetas mentales que hay que hacer para justificar una tortura bajo el supuesto paradigma católico, son dignas de acróbatas profesionales.










  • Mi último año universitario lo pasé tan cagado de honda que un día bajando del San Cristobal pensé “Me siento tan mal que si me apuntaran con una pistola a la cabeza seguro no me importaría”.

    Lo pediste, ahí lo tienes. Dos cuadras más allá se acerca un angustiado directo a pedirme plata, ante mi negativa adivinen qué pasó… Se levanta la polera y me muestra la empuñadura de una pistola. Todo ese abatimiento se fue en un segundo y lo único que pensaba era como salir ileso (sin entregarle nada porque soy cagado). Nos acercamos a las escaleras del metro y de un segundo a otro me dice “Naa era broma” y se va corriendo a hablarle a otra persona.

    Aparte del recuerdo de lo inexplicable (o explicable con causas indeterminadas), siempre pienso en lo claro que tenía el querer vivir. Mucho sobre-análisis pero al momento de la verdad no había duda.

    Hoy recuerdo con cariño esa época en la que, a pesar de todo, fui enormemente bendecido y me hace ver con diferentes ojos las dificultades que creo enfrentar en la actualidad.








  • De mi paso por la docencia tengo recuerdos buenos, malos y otros que me persiguen…

    Era el único disponible en ese horario para cubrir la clase de filosofía, y como los reemplazos no son opcionales, fuí (lo hubiera hecho igual de todos modos).

    Tocaba una guía con un texto sobre la verdad parcial de Ortega y Gasset. Por lecturas afines creí tener un mínimo de conocimiento y desarrollé de acuerdo a mis capacidades con una postmodernista idea central “No existe la verdad absoluta”.

    Agradezco que en tercero medio el pensamiento filosófico todavía este en desarrollo porque cualquiera con dos dedos de frente se hubiera reído con razón ¿Hay algo más absurdo que negar la verdad? Es una contradicción evidente.

    Al menos espero que, como muchos sofistas, mi mala enseñanza le haya servido a algunos de ejemplo para saber por donde no hay que ir.